En la
mitología griega, el
Cocito (en
griego Κωκυτός
Kôkutos, «lamentación») es un río del
Hades, el país de los muertos, por cuyas orillas vagaban los que no podían pagar a
Caronte, según la mayoría de las fuentes durante 100 años. Era un afluente del
Aqueronte (o del
Estigia, según las versiones) y era alimentado por las lágrimas de los ladrones, los pecadores y de todos aquellos de mala conducta. Presumiblemente su padre era, como con los demás ríos,
Océano.